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sábado, 12 de febrero de 2011

LABERINTOS




En Yucatán, México, existe un lugar llamado Satunsat de Oxkintok. La palabra Satunsat me llamó mucho la atención porque significa “perdedero” o “lugar para extraviarse”.

Particularmente tengo la curiosa tendencia de la desorientación espacial, cosa que ha significado para mi tener que salir siempre más temprano a una cita para que me dé tiempo de dar todas las vueltas suficientes y así llegar a la meta.

Otra cosa, ha significado también hacer recorridos extraños (que nadie hace usualmente) y descubrir caminos insospechados, por eso, descubro sensaciones y lo usual o cotidiano se transforma en una aventura.

Aveces no llego. No llego a mi meta así la tenga a 3 mts de distancia... y pienso: “será que no tenía que llegar?” Y no llego porque no veo, cogí otro camino y aunque la meta haya estado a la vuelta de la esquina mi recorrido fue diferente, tomé otros rumbos, conocí otros lugares y me llevé otras sensaciones, incluyendo la rabia o la impotencia.

Otras veces llego tarde, y aveces me esperan y otras no...

Y la meta no siempre es una simple cita, son proyecciones, decisiones, lugares, viajes, lo que uno quiera...

Planteo aquí el tema del laberinto que transcribo literalmente del libro EL MISTERIO MAYA: Dioses, ritos y arquitectura sagrada:

Los laberintos son construcciones y símbolos universales que indican las graves dificultades con que se tropiezan los seres humanos en el tránsito de un estado a otro.

Suponen itinerario, recorrido, generalmente descenso, y a lo largo de ese camino existen difíciles pruebas que sortear, terribles obstáculos que superar.

La travesía del laberinto con éxito implica cambio, mudanza, transformación, se pasa de la vida a la muerte, de la ignorancia al conocimiento, de las tinieblas a la luz.

La planta del laberinto sugiere titubeo, vacilación, duda, inseguridad, ausencia de certeza, su trazado implica dificultades en el recorrido, obstrucción para alcanzar un punto dado, que suele ser el central, posibilidad de errar eternamente de aquí para allá sin progresar de manera sustantiva en la dirección perseguida.

Ese hecho físico ha convertido la imagen del laberinto en signo para numerosos conceptos y actividades que entrañan riesgo, profundas transformaciones y, paralelamente, ausencia de control sobre el proceso, ignorancia relativa de sus leyes e implicaciones, abundancia de alternativas, y ubicación de las secuencias en planos o dimensiones de otras realidades ajenas a la cotidiana (…). (Miguel Rivera Dorado) (El subrayado es mío)

Cita: EL MISTERIO MAYA: Dioses, ritos y arquitectura sagrada: VV.AA, Editorial América Ibera, 2002.

Entonces... hay un satunsat dentro de mi!!!!!